Jeff Bezos fue el que hizo famoso este modelo mental de toma de decisiones.
Lo recomendó a diestra y siniestra.
Para él, se trata de la de la regla esencial a seguir antes de decidir una cuestión importante.
Si funciona, bien.
Y si no funciona, a otra cosa.
A él le funcionó.
Tenía un trabajo perfecto en Wall Street, un excelente jefe, una vida exitosa y estable, pero una idea le revoloteó por la mente: vender libros por Internet.
Eran los comienzos de la era digital y todo estaba por probarse.
¿Debía arriesgar lo que tenía e intentar un nuevo tipo de negocio del que nadie sabía nada?
Buscó opiniones, consejos, investigó.
Nadie sabía nada.
Nadie podía predecir si se trataba de una buena decisión o no.
Solo lo decidió la idea de que, si no lo intentaba, al cabo del tiempo se arrepentiría.
Imaginarse a los 80 años lamentando no haberse animado a probar algo nuevo, hizo la diferencia, decidió que iba evitar el omitir hacer algo y arrepentirse después.
¡Su guía iba a ser minimizar la lista de arrepentimientos!
Bezos había descubierto un nuevo marco de referencia para tomar decisiones:
La minimización del arrepentimiento.
Fuente: Incubadora despegue