En la antigua China, antes de que un artista comenzara a pintar cualquier cosa, como por ejemplo un árbol, se sentaba frente a él durante días, meses e incluso años.
No se identificaba con el árbol, pero era el árbol
Esto significa que no había espacio entre él y el árbol, ningún espacio entre el observador y lo observado, ningún experimentador experimentando la belleza, el movimiento, la sombra, la profundidad de una hoja, la calidad del color, el era totalmente el árbol y en ese estado solo podía pintar.
Para crear un gran marketing necesitas convertirte en el cliente.
La regla de oro es un principio universal, consiste en tratar a los demás como uno quiere ser tratado.
Es un principio moral que se encuentra en la mayoría de religiones y culturas.
Si aplicamos esta idea en el marketing y ventas, es la idea de hacer el marketing que a uno le gustaría tener delante.
Vender de la manera que a ti te gustaría que te vendieran.
Cuando nos convertimos en el cliente y le ayudamos a tener lo que quiere, es mucho más fácil obtener lo que buscamos.
"Puedes tener todo lo que quieras en la vida si ayudas lo suficiente a otras personas a conseguir lo que quieren".
Zig Ziglar
Fuente: Incubadora despegue